Se vuelve un poco incómodo a la vista tener unos dientes opacos que se alejan del color blanquecino que nos gusta. Además esto da una apariencia de tener poca salud dental.
En este artículo, junto con la experticia de una experta en la materia, vamos a repasar qué es lo cambia la coloración de los dientes, ya sean alimentos, bebidas o hábitos. Junto con la causa, también vamos a indagar sobre las soluciones a las manchas en los dientes.
El color natural de los dientes no es totalmente blanco
Del mismo modo que ninguna piel es totalmente monocromática, el color de los dientes depende de varios factores: primero, la herencia, y segundo las capas del diente. Nos viene definido por el color de la dentina y el grosor, y calidad del esmalte:
El esmalte es translúcido y prácticamente no tiene color. En función de su grosor y calidad (grado de
mineralización) deja que se “transparente” más o menos el color de la dentina.
La dentina es de un tono amarillento. En función de su grosor y calidad es más o menos amarillenta. Y es ésta, la que da principalmente el color al diente.
El color de los dientes viene condicionado por la genética, por lo que no es un parámetro estable, ya que
presenta variaciones entre individuos, entre denticiones (de leche y permanente) e, incluso, en una misma pieza
dental con el paso de los años. La composición de la dentina y su grosor y la calidad del esmalte también
determinan el color del diente.
La dentina de por sí tienes un color amarillento, pero los dientes temporales o de leche son más blancos
porque tienen un periodo de formación más corto, su capa de dentina es más fina, razón por la cual adquieren
un color más blanco. También, entre las distintas piezas, la intensidad del color puede cambiar. La edad o el
envejecimiento es otro factor a tener en cuenta, ya que con el paso de los años el esmalte se vuelve más
traslucido de modo que aparece la dentina más interna con una coloración más intensa.
Ya no me gustan mis dientes, ¿Qué los está manchando?
Primero es importante conocer el “meollo” del asunto, y saber que existen dos tipos de manchas en los dientes: las manchas en la superficie o manchas extrínsecas que “aparecen principalmente entre los dientes y sobre la superficie de piezas con fisuras y suelen tener un color marrón oscuro. Los agentes con fuertes propiedades colorantes como el café, el té y el tabaco suelen ser los causantes”, señala la experta, quien también ejerce de
profesora asociada en el Máster de Cirugía e Implantología Bucal de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universitat de Barcelona.
Por otro lado están las manchas internas o manchas intrínsecas que “pueden ser tanto de color blanco como de color gris marronoso. Pueden estar causadas por la falta de endurecimiento de los dientes antes del nacimiento o una irrupción en la formación del esmalte debida a medicamentos o enfermedades. La tetraciclina puede ser la responsable de muchas de estas manchas, aunque también pueden estar causadas por un envejecimiento prematuro o empastes de plata envejecidos o defectuosos”, describe la Dra. Milva Quinteros Borgarello, odontóloga con Máster en Cirugía e Implantología Bucal.
Qué provoca las manchas en los dientes
Pero comúnmente, ¿qué hábitos son los que hacen que mis dientes se manchen? Esta especialista establece que la causa principal es la mala práctica en la higiene bucal, lo que da lugar a la acumulación de restos de comida, bacterias y hongos que son los responsables del cambio de color.
Otro de los malos hábitos es el consumo de tabaco, ya sea a través de fumar o masticar, que causa cantidades sustanciales de manchas, oscureciendo los dientes durante un período corto. Los espacios entre los dientes se oscurecen primero por el uso del tabaco, ya que es difícil para el cepillo poder llegar entre los dientes. El hilo dental no tiene como objetivo eliminar las manchas, sino tiene la intención de eliminar la placa por debajo de la línea de las encías. Con el tiempo, la mancha puede llegar a ser extremadamente difícil.
Por último, "el consumo habitual de ciertos alimentos, bebidas o productos pueden producir manchas en los dientes. Como es el caso del café (que tiene el efecto de oscurecer poco a poco nuestra blancura dental por su alta concentración en cromógenos), el vino tinto (y también el vino blanco, por su acidez y la presencia de taninos y cromógenos), la clorhexidina (sustancia que forma parte de los colutorios, indicados para las inflamaciones de las encías y tras las cirugías, que usado de manera continua puede manchar los dientes), el té, refrescos, gaseosas, bebidas azucaradas", previene la Dra. Quinteros.
También están las frutas y verduras de color intenso como los arándanos, las moras, las cerezas y verduras como la remolacha. En su caso, el problema reside en su potente pigmento que se adhiere a la pieza dental y es capaz de mancharla. También la acidez de los cítricos puede pasar factura.
Los caramelos también se encuentran en la lista negra de enemigos del esmalte y de los dientes por su alta cantidad de colorantes y de azucares que pueden ocasionar tanto daños en la coloración de cualquier dentadura como un alto riesgo de caries.
¡Quiero dientes más blancos!
Para ayudar a que nuestros dientes no tomen esa coloración que tanto odiamos, la Dra. Quinteros sugiere que "el primer paso en contra de este mal es tener una buena higiene bucal y no fumar. De igual manera, son primordiales las revisiones periódicas para eliminar – en caso de que exista – algún cambio de coloración que pueda existir, y así cuidar el esmalte y librarlo de la descalcificación”.
Por suerte, hoy en día contamos con un abanico de opciones de tratamientos para devolverle la blancura a nuestros dientes. La especialista admite que el más sencillo es la limpieza con ultrasonido y pasta de pulido no abrasiva. Cuando la situación amerita opciones más “fuertes” lo mejor es acudir a otras alternativas, como los tratamientos de blanqueamiento internos o externos.
En el blanqueamiento interno, "se emplea una técnica en la que se introduce el producto blanqueador dentro del diente. Los blanqueamientos externos se llevan a cabo mediante la utilización de un producto químico que se pone en contacto con la superficie externa del diente para aclarar el color/tono. Son tratamientos que suelen durar de cuatro a seis semanas. En diversos casos se hace preciso tratamientos de mantenimiento y la restricción productos que puedan manchar los dientes, así como la eliminación del tabaco o cigarro", aclara la Dra. Quinteros.
Fuente: Portal Odontólogos Mx.